Lo que quiere “el pueblo”. Tras la fiesta menemista, eligió la “pureza” de De la Rúa. Su pasividad e ineptitud, exasperó. Duhalde logró su cometido y se calzó la banda. Al tiempo, “el pueblo” eligió a Kirchner. En principio, el 22 por ciento lo hizo parecer débil. Aunque enseguida, pasó a ser un “tirano” para algunos. El año pasado, la obvia mejora del país en el lapso 2003-2007 sumado al flojísimo nivel de la oposición, trajo por decantación la victoria de CFK.
Y no pareció, entonces, haberse leído de manera correcta “la” cuestión: “El pueblo” está cansado de los gritos. Los gritos de Kirchner que fueron “bendecidos” en el comienzo de su gestión, hoy provocan hastío. La crispación constante del Gobierno, le resta consideración hasta en los sectores que simpatizan con algunos de sus actos. Así, por ejemplo, con un discurso llano, sin gritos, con propuestas y trayectoria intachable, Hermes Binner le “quitó” por primera vez la provincia de Santa Fe al PJ. Así, con con un discurso llano, sin gritos ni propuestas, Macri llegó a sacar el 60 por ciento en Capital Federal. Hay varios ejemplos más. Así, merced a un discurso que vomitó su corazón, Julio Cobos, con palabras llanas y sinceras, es hoy para “el pueblo” un Dios.
“El pueblo” hoy quiere diálogo. Menos gritos. Más medidas. Menos para los que más tienen. Y más para los que menos. Redistribuir la riqueza lo desea la mayoría del país. También, continuar aplicando retenciones a la soja en un porcentaje esta vez consensuado. Antes de la “fatal” madrugada, el gobierno se proponía destinar unos $ 5.000 millones para aumentos en el salario mínimo y en las asignaciones familiares, $ 3.000 millones para otorgar la movilidad de las jubilaciones y unos $ 1.500 millones para elevar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Que estos planes no se detengan con el revés del Senado, sería un buen gesto para “el pueblo”.
Quedan tres años y medio de gestión. Mucho se dijo y se escribió acerca de lo que puede suceder con el gobierno.
Relajémonos.
Ojalá se lea el mensaje de manera correcta. Nos conviene a todos. Que la obra de Cristina se asemeje más a la primera que a la segunda etapa del gobierno de Néstor. Y que tengamos un vuelo tranquilo hacia ese “país en serio” que Kirchner prometió en la campaña de 2003. Y que “el pueblo” aún espera con los brazos abiertos.
Es, en definitiva, lo que quiere “el pueblo”. ¿No?
No hay comentarios:
Publicar un comentario