Su trabajo lo distingo siempre. Pues bien, parece que no soy el único, claro. Es que la revista española Eñe acaba de premiarla como ganadora del certamen semanal de relatos (microrelatos, los llaman) que cada semana realiza. ¡Felicitaciones!
EL MICRORELATO GANADOR
Durante meses nos habíamos soñado al atardecer desde nuestras ventanas enfrentadas. En el piso 10, donde el smog es sutil, las cortinas ondulan, la luz se modifica a voluntad y los cuerpos no son sino se imaginan, las copas sugerían a diario un brindis con champán o ambrosía. Los hombres suelen ser crueles para los finales: le bastó un mediodía salir al balcón rascándose la entrepierna y mirar, obsesivo, cómo yo picaba cebolla y ajo.
GABRIELA URRUTIBEHETY
Durante meses nos habíamos soñado al atardecer desde nuestras ventanas enfrentadas. En el piso 10, donde el smog es sutil, las cortinas ondulan, la luz se modifica a voluntad y los cuerpos no son sino se imaginan, las copas sugerían a diario un brindis con champán o ambrosía. Los hombres suelen ser crueles para los finales: le bastó un mediodía salir al balcón rascándose la entrepierna y mirar, obsesivo, cómo yo picaba cebolla y ajo.
GABRIELA URRUTIBEHETY
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