23.7.09

El círculo (es demasiado)

Nunca lo voy a olvidar. Salimos de Santa Teresita de madrugada. La combi no daba grandes comodidades. Fue el 3 de noviembre de 1997. Yo vestía unas bombachas y una chomba blanca que por entonces me acompañaba muy seguido. Mi equipaje, tan sólo, era una bolsa amarilla de Video 80, un clásico comercio del pueblo. En el interior de ella, una edición de Noticias. Un alfajor. Y los papeles necesarios para anotarme en la facultad. La combi estacionó en una cochera de la porteña calle Venezuela. Y tuve que caminar bastante hasta por fin dar con TEA, a donde acudí a inscribirme en la facultad, que iniciaría en 1998. No conocía a nadie. La ciudad me parecía (me parece) inmensa. Me anoté. Tuve que hacer tiempo hasta las 18, la hora en la que el piloto de la combi nos citó a los viajeros para pegar la vuelta. Nos esperaba en la Shell de la Avenida Independencia. Tras anotarme, salí a caminar. Bajé por Corrientes. Me sorprendí con el famoso Obelisco. Seguí caminando. El Ópera. El Gran Rex. Allí me quedé. Por esos días, Soledad vivía su histórica seguidilla de recitales en pleno furor. No pasó media hora y llegó ella. Casi sin quererlo, al rato, estaba escuchando las pruebas de sonido en un Rex aún vacío. Enseguida, el reloj me expulsó de la zona. Se acercaban las 18. Caminé bien rápido con mi bolsa amarrilla. Llegamos a la combi. Regresamos a casa.

Hoy el largo camino me encuentra ante otro lugar impensado. Seré docente (automovilismo) en ETER, la escuela que dirige Eduardo Aliverti, nada menos. Con un sano orgullo puedo decirlo: ya está. La profesión me ha dado demasiado.

6 comentarios:

Lorena dijo...

¡Felicidades! Aunque creo que con esta profesión nunca llega el "ya está", salvo que uno se esté por retirar...

Anónimo dijo...

buena che
lo mejor de lo mejor

Ariel Fontana dijo...

Mario, que linda y buena oportunidad te llega, y no me caben dudas que no son azarsas. Esta profesión tiene sus matices entre los gratos y no. A veces no se llega trabajando mucho solamente, también hay que amalgamar con un toque de inteligencia y creo que ese es tu éxito.
Ahora estás en la línea de largada, motores al rojo vivo y el semáforo cambiando de colores. La carrea es tuya Mario. Muchos y más éxitos.

Ariel Fontana dijo...

fe de erratas:donde dice "azarsas" debe decir "azarosas".

Jorge marchesin dijo...

Mario, me vas a saludar de ahora en más?
Un abrazo y felicitaciones, nada se dá por casualidad...
Te tengo que decír profesor Caruso!
ahora estás a la par de Juarez!!!!jajaja saquen una hoja.

Mario A. Caruso | Periodista dijo...

Lore, gracias por escribir. No me estoy por retirar, claro. Pero a lo que me refería con el "ya está", es a que para mí este es un paso muy importante, que nuna imaginé.

Ariel, gracias también por escribir y por frecuentar seguido el blog (como yo hago con el tuyo).

Lo mismo para vos, Jorge. Gracias por leer. Ante tu habitual cordialidad conmigo, no puedo olvidarme que de más chico veía tus fotos, las de Mosteirin, Horovitz, y tantos otros. Y me preguntaba qué tal estos tipos que tan buen laburo hacen. Buena gente, me respondo hoy.

Gracias por los comentarios.