La recomendada de la semana

A lo largo de trece noches disfruté de Vientos de agua. De lo que he visto en mi vida, ha sido el programa televisivo que mejor grafica el ser argentino, pues más allá de los habitantes originarios de estas tierras, muchos de nosotros tenemos raíces inmigrantes. Y con la dirección de Juan José Campanella, aquí están retratados de la mejor manera, como nunca antes. Es una obra que debería estar en todas las escuelas de nuestro país. El jueves, Canal 7 emitió el último capítulo (en Argentina se estrenó en 2006, pero en la cambiante pantalla de Canal 13).

Vientos de agua no defrauda nunca. Desde el comienzo, a lo largo de trece capítulos narra la historia de José Olaya, un joven minero asturiano que en 1934 decide a viajar a la Argentina. Sin su familia, con promesas difíciles de cumplir y el nombre de su hermano Andrés, que deja su vida en las minas. Desde entonces, se tejen una serie de sucesos de época con el presente (2001, en rigor), que son mezclados por Campanella de un modo cercano a la perfección. Todo, con la compañía de una musicalización acorde. Actuaciones memorables de Héctor y Ernesto Alterio, Pablo Rago, Giulia Michelini y Eduardo Blanco, entre otros.

Con obras como la de Campanella, me permito reconfirmar mi teoría: si esta muestra -y no Showmatch- fuera la que tuviera más de 20 puntos de rating (en Canal 7, obvio, midió un punto), estaríamos ante un país distinto. Vientos de agua puede conseguirse aún en DVD.
Vale la pena la inversión.