Con 26 años, la cordobesa Anahí Sosa, de las mejores gimnastas argentinas en la historia (se retiró hace muy poco) se despachó con esta frase con la cual de algún modo coincido y me pareció válida destacar. La adicción de los chicos a las pantallas -un mal en especial de los jóvenes de las grandes ciudades- y todo lo que esto concierne, no me parece un tema minúsculo.
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