En su columna de espndeportes.com, Mariano Hamilton se despacha a fondo acerca de la situación que se vivió con el equipo argentino de la Copa Davis. Es imperdible.
>“No es grave, por supuesto, que los tenistas no les hablen a los periodistas. Es más, muchas veces es mejor, porque así éstos pueden opinar y trabajar con mayor libertad, sin ser condicionados por las cuestiones afectivas. Pero si los vas a verduguear, tomarles el pelo, cargalos y chicanearlos, no vaya a ser que cuatro días después se te ocurra hacer una conferencia de prensa para lavar tu imagen después de la serie de faltas de respeto que fuiste hilando durante todo el fin de semana”.
>“Vilas es un ególatra. Okey. Eso está claro. Pero, ¿qué pasa con los que tanto lo critican? ¿Qué pasa con el supuesto líder espiritual de la cruzada en pos de la Davis? ¿Qué pasa con el Rey David?”.
>“Que (Nalbandian) quería llevar la Copa Davis a sus pagos, nadie duda. Pero tampoco se duda de que hubiera algo más detrás de la propuesta. Y un líder, un líder con todas las letras, no se pone de espaldas a sus compañeros por una cuestión meramente personal. Un líder tampoco se borra en los momentos calientes, dejando al capitán de la Davis y a sus compañeros de dobles con la obligación de explicar una derrota”.
>“Sólo para dejar claro que las decisiones son individuales y que no se puede cuestionar a nadie por jugar un torneo más o menos, digamos que Nalbandian no se bajó del Masters de 2006 cuando se enteró de la muerte de su sobrino y ahijado de 9 años. (...) Un detalle extra y que no es menor: ese año Argentina también jugó la final de la Davis y nadie se le ocurrió objetar la decisión de Nalbandian de ir al Masters”.
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