3.4.08

La pasión del rally

La cercanía de esta 28ª edición con Semana Santa es evidente. La transición entre la temporada veraniega y la fecha del Mundial está en lento proceso. Una muestra son los afiches de las obras teatrales revisteriles que resisten el ocaso ante la llegada de los nuevos carteles que publicitan el Rally de Argentina. No hubo tanto público como en otras ediciones. No obstante, la pasión de la gente tuvo el mismo tenor de siempre. No la apaciguó el agua que, perseverante, dijo presente cada una de las jornadas.

Aunque es lo normal, no deja de llamar la atención: en los enlaces que nos llevan de un especial a otro cualquiera se puede cruzar al mismísimo Loeb manejando su C4 Nº 1 como si fuese un auto más. La ceremonia se repite uno y otro día. Quienes llegaron en coche lo dejan a un costado de la ruta, bajan el equipo (sillas, heladeritas, mate, etc...) y comienzan a caminar por tierra un puñado de kilómetros. Luego, escalan entre las malezas para conseguir un buen lugar. Algunos acampan desde hace un par de días en la zona. Son los que más sufren la lluvia. Mientras esperan el paso de los autos toman mate, Fernet o líquidos de color indefinible.

Es viernes. Se acerca Miguel, que por las arrugas que surcan su cara se puede inferir que tiene más de 70 años. “Tengo 71, pero estoy hecho un pibe”, dice. Y para fundamentarlo nos muestra el ciclomotor con el que viajó de Posadas a Capilla del Monte, donde se produjo el encuentro. Antonio lo acompaña. Tiene 32 años y es su único hijo. El llegó en una moto con más cilindrada que la de su padre. “¿Cómo se animó a venir con un ciclomotor tan pequeño?”, le preguntamos a Miguel. Y vaya a saber por qué motivo él abre su corazón para decirnos que acababan de descubrirle una enfermedad “brava”, en estado avanzado. Aunque aclara que aún no advierte los síntomas. “¡¿Y cómo me voy a perder la posibilidad de venir a ver el rally con mi hijo?! Puede ser nuestro último viaje juntos, ¿vio?”, responde sin saber que nos acababa de regalar una definición que resume la pasión que despierta en muchos el Rally Mundial.

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