Esto sí que sería noticia. Hay un candidato honesto con muy buenas chances de ganar una elección. La novedad se da en Dolores, una ciudad con gratas cualidades de pueblo, ubicada a 205 kilómetros al Sur de la Capital Federal. Allí, como uno más de los 25 mil habitantes se encuentra Camilo Etchevarren o, de aquí en más, solo Camilo, como se lo conoce en el pueblo en el que las puertas suelen estar abiertas.
No haga el intento. No busque “Camilo Etchevarren” en Google o algún otro buscador. Será estéril. De ese modo, poco se podrá enterar de él. Es que no tiene quién se encargue de la prensa. Ni asesores personales. Ni vestuarista. El candidato nomás es él. A secas.
Y ni siquiera en la mismísima Dolores va a encontrar una parafernalia de afiches agitando su candidatura. Apenas unos 4 o 5 carteles en puntos estratégicos. “La idea es mostrar desde la campaña misma que somos distintos”, razonan alrededor suyo. En cambio, las caras de Luis Lovari y Federico Gallastegui, ayudados por la abultada billetera de quienes están a su espalda, ensucian la ciudad casi por completo.
Hombre de ideas progresistas y convicciones firmes, médico rural, 40 años, militante de aquella Unión Cívica Radical (no de la actual) que era sinónimo de honestidad y seriedad a nivel nacional. Camilo es uno de los (varios) candidatos a intendentes de Dolores. Cosa extraña por estos días. Él no teme al contacto con la gente. Todo lo contrario, con algo de suerte se lo podrá cruzar a diario por alguna vereda de esas calles que frecuentan autos sin bocinas.
En 2003 fue por primera vez candidato a intendente en plena agonía de la UCR. No obstante, le alcanzó para poner en aprietos al candidato del Partido Justicialista, el duhaldista Alfredo “Tati” Meckievi. Un puñado de votos lo dejaron en la puerta. No bajó los brazos y alimentó su capacidad.
Esta vez, se enfrenta a Lovari, el representante del poderoso Frente para la Victoria, que ya fue intendente en 1999 (dice volver para cumplir aquellas promesas que el viento parece no haber volado). Y Meckievi, el actual intendente, que será recordado por su capacidad para embellecer la plaza principal, también tiene a su candidato del PJ: Gallastegui. Hace 16 años que la ciudad está gobernada por el mismo signo político.
Dicen que es muy probable que Camilo gane. No obstante, de ser así en verdad, este domingo los medios “nacionales” se quedarán nomás con lo que ocurra en las “grandes” ciudades. Será muy difícil que pueda encontrar a algunos de ellos hablando de Dolores. Y de la victoria “de uno de los buenos”... Pese a que esto, vaya paradoja, sí que sería noticia.
No haga el intento. No busque “Camilo Etchevarren” en Google o algún otro buscador. Será estéril. De ese modo, poco se podrá enterar de él. Es que no tiene quién se encargue de la prensa. Ni asesores personales. Ni vestuarista. El candidato nomás es él. A secas.
Y ni siquiera en la mismísima Dolores va a encontrar una parafernalia de afiches agitando su candidatura. Apenas unos 4 o 5 carteles en puntos estratégicos. “La idea es mostrar desde la campaña misma que somos distintos”, razonan alrededor suyo. En cambio, las caras de Luis Lovari y Federico Gallastegui, ayudados por la abultada billetera de quienes están a su espalda, ensucian la ciudad casi por completo.
Hombre de ideas progresistas y convicciones firmes, médico rural, 40 años, militante de aquella Unión Cívica Radical (no de la actual) que era sinónimo de honestidad y seriedad a nivel nacional. Camilo es uno de los (varios) candidatos a intendentes de Dolores. Cosa extraña por estos días. Él no teme al contacto con la gente. Todo lo contrario, con algo de suerte se lo podrá cruzar a diario por alguna vereda de esas calles que frecuentan autos sin bocinas.
En 2003 fue por primera vez candidato a intendente en plena agonía de la UCR. No obstante, le alcanzó para poner en aprietos al candidato del Partido Justicialista, el duhaldista Alfredo “Tati” Meckievi. Un puñado de votos lo dejaron en la puerta. No bajó los brazos y alimentó su capacidad.
Esta vez, se enfrenta a Lovari, el representante del poderoso Frente para la Victoria, que ya fue intendente en 1999 (dice volver para cumplir aquellas promesas que el viento parece no haber volado). Y Meckievi, el actual intendente, que será recordado por su capacidad para embellecer la plaza principal, también tiene a su candidato del PJ: Gallastegui. Hace 16 años que la ciudad está gobernada por el mismo signo político.
Dicen que es muy probable que Camilo gane. No obstante, de ser así en verdad, este domingo los medios “nacionales” se quedarán nomás con lo que ocurra en las “grandes” ciudades. Será muy difícil que pueda encontrar a algunos de ellos hablando de Dolores. Y de la victoria “de uno de los buenos”... Pese a que esto, vaya paradoja, sí que sería noticia.
2 comentarios:
Creo que el resultado esta dado, si no me equivoco Camilo es el nuevo intendente de Dolores y lo felicito, al menos hasta las diez de la noche que deje de escuchar la radio por internete Camilo ganaba.
Soy nacido en Dolores, vivo y voto en Buenos Aires y si algo lamento es no haber tenido mi domicilio en mi ciudad natal nada mas que para votarlo a Camilo. Se que es honesto, trabajador y un buen ejemplo para la gente de Dolores que necesita un cambio urgente, necesita un progreso, necesita fuentes de trabajo, necesita progresar y crecer. Necesita que pase lo que durante todos estos años no ha pasado.
Camilo te felicito y a trabajar como vos sabes.
el tipo q escribio esto es un nabo sorete
y camilo es un ladron
Publicar un comentario