En la vida, creo pocas cosas hay que disfrutar más que a una madre. Esta canción de Facundo Saravia, de letra tan bella y músiva tan cálida, también lo afirma. El domingo es el día de ellas. Yo tengo la gracia de tenerla y de disfrutarla, siempre. Y es un placer que nadie se debería perder.
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