El método oficialista tantas veces (merecidamente) criticado de designar sus distintos candidatos “a dedo” según lo que dicta San Encuestas, es el mismo que utliza el PRO, de la mano de Mauricio Macri, para elegir a quién extenderle el brazo de apoyo en las presidenciales de octubre. Sin embargo, no escucho ni leo que se lo critique del mismo modo al jefe de Compromiso por el Cambio.
No votaría nunca a Ricardo López Murphy. No obstante, creo que el tipo ha realizado méritos (y en su cuarto de hora, sumado para el crecimiento de MM) para constituirse en el candidato del PRO. Pero parece que no. Que el hecho (no menor) de que no llegue a los dos dígitos en las públicas encuestas, lo hace merecedor del destrato de Macri.
Así, en el espacio del Jefe de Gobierno electo se debaten, según puede leerse, entre no apoyar a nadie y de ese modo “conservar” el 60 por ciento de la segunda vuelta obtenido en Capital Federal; acercarse a Roberto Lavagna o bien, ser fieles a López Murphy...
No votaría nunca a Ricardo López Murphy. No obstante, creo que el tipo ha realizado méritos (y en su cuarto de hora, sumado para el crecimiento de MM) para constituirse en el candidato del PRO. Pero parece que no. Que el hecho (no menor) de que no llegue a los dos dígitos en las públicas encuestas, lo hace merecedor del destrato de Macri.
Así, en el espacio del Jefe de Gobierno electo se debaten, según puede leerse, entre no apoyar a nadie y de ese modo “conservar” el 60 por ciento de la segunda vuelta obtenido en Capital Federal; acercarse a Roberto Lavagna o bien, ser fieles a López Murphy...
Al fin y al cabo, parece que las ideologías de hoy no pasan por estar al centro, a la derecha o a la izquierda. Todos. Oficialistas o no, parecen seguir los designos de San Encuestas... Y amén.
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